jueves, 27 de julio de 2017

Asi vivimos el Jazzaldia 2017

Una vez que ha terminado el Jazzaldia 2017 y hemos asimilado todo lo allí vivido, vamos a hacer un resumen de nuestras experiencias.

Por problemas de agenda no pudimos estar durante los primeros días, por lo que nos perdimos varios conciertos de los que nos hubiera gustado disfrutar, como los de Pretenders, RS Faktor (proyecto del trompetista Rubén Salvador) y Elena Setién. Por suerte, todavía mantenemos el recuerdo del concierto que Elena dio en la sala club del Victoria Eugenia, pero ya nos apatece volver a escucharla.

El primer contacto con el jazzaldia fue una sorpresa muy agradable. Nos acercamos al escenario Coca Cola a escuchar a Quintessence, donde tocan los zarauztarras David Gorospe y Joannes Ederra, pero la sorpresa fue escuchar la voz de Maria Sedano, una voz espectacular, que se lució al cantar ella sola una versión del fado Lágrima.

Para terminar la noche fuimos al Victoria Eugenia al concierto de Atmospheres, proyecto de base noruega (Arve Henriksen, Jan Bang y Eivin Aarset) más el pianista armenio Tigram Hamasyan. Crearon unos ambientes sonoros muy suaves y agradables, pero en algunos momentos la labor de Jan Bang con los samplers eclipsaba demasiado la labor de los otros intérpretes.

A la mañana siguiente acudimos al Museo San Telmo para asistir al concierto de Chris Kase en homenaje a Dizzy Gillispie. El grupo estaba formado por profesores de Musikene, por lo que la técnica de los intérpretes es sobresaliente. El que más destacó fue Carlos Martín al trombón. Y los chaparrones que cayeron, que al ser un patio con una carpa, también se oían mucho.

A la tarde tocaba Herbie Hancock en el Kursaal, por lo que esta fue nuestra apuesta entre los músicos veteranos de este Jazzaldia.  En el programa del festival anunciaban a Terrace Martin como nueva estrella del saxo, pero la verdad es que se dedicó más a su tarea como productor, con muchos efectos electrónicos. Además de los teclados de Herbie, Terrace también tocaba el teclado, e incluso los solos de guitarra de Lionel Loueke sonaban a teclado, por lo que por momentos había exceso de teclados. También se abusó del uso de Vocoder, por lo que el resultado a ratos era bastante repetitivo. El que si se lució fue Vinnie Colaiuta a la batería, que hizo un trabajo extraordinario.

Lo que según el plan inicial se iba a terminar así, se alargó un poco más para asistir el último dia al concierto de Donny McCaslin en Alderdi Eder, ya que las críticas de su concierto en la Trini  eran estupendas. Menos mal que no nos perdimos este concierto, ya que fue brutal. Destacó la capacidad de Donny para combinar frases de notas largas y silencios, y otras frases de muchísimas notas y pocos silencios, pero siendo siempre muy expresivo. Y también se usó la electrónica y los pedales, pero sin abusar de ellos. Para nosotros este fue el concierto más redondo y completo al que asistimos en esta edición del Jazzaldia.

Como ha comentado Miguel Martin, la calidad de esta edición ha sido muy alta.

Zorionak Jazzaldia eta Eskerrik asko. El año que viene más y mejor.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario