En vísperas
de Santo Tomás, y coincidiendo con día de elecciones, se presentó Rafael Berrio
en la librería Garoa de Donosti acompañado de Joseba B. Lenoir a la guitarra y
Fernando Lutxo Neira al bajo. Lo primero que nos llamó la atención fueron dos
cosas: una, que para lo que iba a ser un concierto acústico había mucho amplificador y mucho cable, y lo
segundo es que el público asistente era muy distinto del público que asistió al
último Paperezko kontzertuak que dio Gorka Urbizu.
Rafael
Berrio tiene fama de buen letrista, y ayer entre los asistentes había otros
letristas y cantantes como Harkaitz Cano y Jabier Muguruza, el cual además dio
mucho juego al rebatir algunas de las afirmaciones que realizó Rafael sobre el
éxito o sobre la diferencia entre poetas y letristas.
Ejerció como
presentador o entrevistador Ricardo Aldarondo, que escribe habitualmente en el
Diario Vasco, y comentó algo sobre los
inicios de Rafael a principios de los ochenta, años en los que coincidían los
dos en los locales de ensayo, pero
Ricardo cambió rápidamente de tema, para que no salieran a relucir sus
historias de aquellos años.
Yo sí tengo
una anécdota para contar de principios de los ochenta. El primer concierto de
rock al que asistí, siendo todavía un chaval, fue hacia el año 80 o 81, en el
frontón Cinema de Zarautz, y los grupos que actuaron fueron UHF, Mogollón y
Puskerra, y uno de los integrantes del grupo UHF era Rafael Berrio. Por lo que
después de unos cuantos años, volvimos a coincidir en un concierto, Rafael con
su guitarra, y yo como oyente.
En el
concierto de ayer Rafael interpretó sobre todo temas de su último disco
“Paradoja(2015)”. Para comenzar tocó “El mundo pende de un hilo” y “Niente mi
piace”.
Ricardo le
preguntó sobre los temas que elige para escribir las letras, y Rafael contestó
que sólo hay tres temas: la muerte, el amor y el vino. Y comentó que él siempre
escribe primero las letras y después busca una música que se ajuste a esas
letras. No como en las canciones pop, que primero se escribe la música y luego
se le pone una letra que muchas veces no dice nada.
A
continuación tocó una canción del disco “Diarios”, “Santos mártires yonquis” ,
y otra del último disco, “Inanimados”. Siguió con “Simulacro” del disco 1971,
“Mis ayeres muertos”, y como propina interpretó el tema “Mis amigos”.
Comentó que
sus influencias habían sido Velvet Underground y luego Lou Reed, y sobre todo su hermano
mayor Iñaki, y dijo que había mucho humor en sus letras.
A la hora de
recomendar un libro mencionó “Desde la última vuelta del camino”, que es un
libro de memorias de Pio Baroja.
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